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El espacio de Gea

Efímera primavera

Efímera primavera

En aquel tiempo, en que mi inquietud era tan vecina de la angustia, nada sustentaba tanto el lenguaje mudo de mis soliloquios como mi natural tendencia a echar la vista atrás, recordando pesares, recreando vivencias, retomando sinsabores; quizá para evitar pensar en lo venidero, en la incertidumbre de lo aún desconocido. Era el desesperado refugio en un tiempo pasado; un pasado que, al actualizarse, se empezaba a alimentar del futuro y lo engullía segundo a segundo.

Pero el tiempo a veces puede ser también generoso, sabio, y simular que se para, que queda suspendido, para recordarnos que existe el presente; que, inexorablemente, todo cambia y nada se detiene, que algo nuevo empieza; que todo es cíclico. Y en parte es cierto. Sólo en parte.

Y es que una vez más se había instalado en mi vida una nueva primavera, con su inquietud y empuje, con la imposición de hacer proyectos... Con ese estímulo revitalizador que alcanza su máxima expresión en el inicio de un ciclo, de cualquier ciclo renovador, que es capaz de hacer reverdecer lo aparentemente seco y leñoso.

Pero, inevitablemente, debajo de cada primavera están acumuladas, inconcretas, indefinibles, otras de recuerdo ya envejecido, fosilizado, que han ido depositando para siempre su gota de dulzor o amargura en la memoria. Gotas que reviven e impregnan sutilmente la primavera recién nacida.

Y sí, el pasado es inmodificable.

Gea.  

9 comentarios

karina -

oie.. encontre interesantisimo el poema.. mas q interesante.. me describe completamente.. (lo tome prestado) con tu nombre claro... :)

no tengo nada q decir.. pues todo lo q pusiste es lo q siento.. gracias por interpretar tan bien tu sentir q es tb el de mxos..

Gea -

Gracias por tu visita, viejofarero. Sí, yo también os había incluido en mis enlaces, así no tengo que hacer tanta "circunvalación".

Nuestras anteriores palabras se perdieron con la avería del servidor, pero no nos hemos perdido la pista.

Es muy agradable estar así, intercomunicados. Nos iremos encontrando y leyendo por estas rutas del espacio virtual.

"Preciosa" es un adjetivo precioso, valga la redundancia, en todas sus aplicaciones. Gracias de nuevo.

Un abrazo.
Gea.

El viejo farero. -

Un enlace con una imagen preciosa, visto en un blog precioso me ha traido hasta aqui. Te encuentro a ti, encuentro tus letras... Y la palabra "preciosa" se repite una y otra vez.

Desde ahora, cada noche, haré una ronda visitando amigas: Ishtar, Sak, tú...

Un beso.

Gea -

Siempre llega una nueva p0rimavera, Sak. Afortunadamente, unas veces tienen más empuje aunque también recojan esas gotas más amargas de primaveras pasadas.
Lo importante es que lleguen, una tras otra.

Besos.
Gea.

Gea -

Sí, Mela. Da cierto escalofrío tener plena conciencia -y consciencia- de que ese pasado ya es inmodificable y que en parte va a determinar en algo nuestro futuro.
Somos el producto de lo vivido y eso marcará nuestros actos venideros.

Un beso.
Gea.

Gea -

Gracias, Ishtar por ese precioso fragmento de Kundera.

Ciertamente, el pasado ni se puede cambiar ni podemos tampoco evitar que nos haya formado de una determinada manera. Es tiempo vivido y, por tanto, una parte importante nuestra.

Un abrazo.
Gea.

Sakkarah -

A veces esas gotas que dejan los recuerdos, no son buenas. Puede ser que aten el presente...

Pero toda primavera es bonita, y siempre llega.

Un beso, Gea.

Mela -

Es cierto, el pasado es inmodificable, lo que nos da la posibilidad de no tener que comprobar que, seguramente, volveríamos a meter la pata igual, aunque variáramos las formas.

Somos una amalgama de todo lo vivido, y de todo lo deseado, y de todo lo imaginado, en cada nueva primavera.

Qué terrible es, a veces, tener plena conciencia de eso.

Beso, Gea

Ishtar -

Nuestras primaveras, se alimentan de los viejos sustratos del recuerdo...

Gea, es un texto precioso.

Te dejo un fragmento, es de una obra de Milan Kundera. Es a proposito del pasado y el presente... Uno de mis
favoritos


De: El Libro de la risa y el olvido

" La borró de la fotografía de su vida no porque no la hubiese amado, sino, precisamente, porque la quiso. La borró junto con el amor que sintió por ella. La gente grita que quiere crear un futuro mejor, pero eso no es verdad, el futuro es un vacío indiferente que no le interesa a nadie, mientras que el pasado está lleno de vida y su rostro nos excita, nos irrita, nos ofende y por eso queremos destruirlo o retocarlo. Los hombres quieren ser dueños del futuro sólo para poder cambiar el pasado. Luchan por entrar al laboratorio en el que se retocan las fotografías y se rescriben las biografías y la historia"

Un abrazo.